Día 9 de 15.
El Domingo 15 de Marzo en la noche el presidente del Perú, Martin Vizcarra nos dio una cuarentena obligatoria. Días antes nos habían contado sobre el caso «0» y los primeros infectados pidiendo a la población no salir ese fin de semana.
Cuando el presidente dió el primer mensaje a la nación, yo me encontraba con mi hermana en un centro comercial buscando unos organizadores para las prendas de mi marca. Y automáticamente pense: no debemos de salir más de la casa. Ya se nos ha pedido evitar lugares con mucha gente, de una vez compremos la comida necesaria para dos semanas al menos.
Ya estábamos en Sodimac entonces, saltamos a Tottus, no por cherry ni nada si no era lo que teníamos cerca. Lo gracioso es que yo ya veía a una que otra señora con sus coches bien llenitos de papel, agua, atún. Lista para la cuarentena. Vi aproximadamente a 3 señoras así. Todo muy calmado. Compré lo que tenía que comprar porque sabiiiiiiiiiiaaaaaaa que era cuestión de días en que la gente se desespere por en los supermercados. Así fue.
Yo siempre he sido una chica muy interesada en noticias y actualidad. La actualidad y saber qué está pasando en el mundo es lo que más te da olfato, sentido común para actuar en distintos rubros. Uno tiene que pensar global y actuar local. Es una frase que se me quedó grabada cuando fui a estudiar dos meses unos cursos en FIT de Nueva York.
Pero claro, ver noticias, leer, indagar más tiene un gran punto positivo como otro negativo: El que te agobies de vivir en un mundo tan retorcido, donde todo está de cabeza, donde más importa el dinero y donde se puede aplastar un planeta solo por ambición. Y regresas al primer punto antes de poner un canal de noticias. ¿Quiero ganarme con imágenes impactantes? ¿Con noticias horrorosas? ¿Sabiendo que muy poco podemos hacer?
Desde muy chica en el colegio estuve muy intrigada por saber cómo actúan los gobiernos, por qué hay atentados, me interesaba mucho conocer la vida y cultura en otros países y en otras provincias. De hecho, en segundo de media recuerdo que me sumergí viendo videos de los informes de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación con información e historias del terrorismo entre los años 1980 – 2000.
Vi cosas crudas, escuché testimonios horripilantes, me compré un libro con fotos de esta dolorosa etapa para nunca olvidar y tenerlo presente. La vida para muchos ha sido una gran e irónica tragedia.
Con todas esas cosas «feas»que vi, sumada a algunas cosas feas que viví y las miles de experiencias que tuve con la realidad de mi país, hasta he ido a dar clases de dibujo a Santa Mónica, la cárcel de mujeres de Lima, me formé muy consciente y con los pies en la tierra pero a la misma vez, mi alma soñadora, mis sueños de un mundo mejor y mi obsesión por la estética en general, me llevó a crear un mundo intocable, donde todo es armonioso, en el plano físico pues mi mente lo necesitaba. Por eso dediqué mi carrera a la creación, por eso pensaba en también ser bailarina de ballet.
Digamos que armé un imaginario para vivir tranquila e inspirada y sobretodo que haga balance con todas las noticias que consumía y mi impotencia increíble de cada día.
Recuerdo que una época me llegaba a afectar tanto que tenía como ataques de ansiedad y es que también he sido de las personas que se come el problema de otro, tratando de ayudar hasta que hace pocos años decidí cuidar el triple mi energía. Pensando en mi bienestar.
Entonces muchas personas al ver mi trabajo digital, pueden asumir que vivo en un mundo de hadas, bien rosadito, de tranquilidad y de hecho si, salud, pasión por la vida y lo que hago, no me falta nada y vivo feliz. Agradecida por lo que tengo y lo que no. Esa energía es la que comparto y es la que necesito pues hasta muchas veces me ha dado mucha angustia pensar en las millones de injusticias que hay a cada micro segundo.
Por ahí leo alguno que otro comentario en Twitter y me da ternura pues piensan que yo nunca sufrí, que nunca vi nada feo, que todo es lindis. Claro, lo entiendo pues es lo que plasmo aquí en el plano digital, hasta la noticia más dura, trato de hacerla de una manera armoniosa. Para encontrar el balance entre todo lo que veo diariamente.
Explicaba eso pues con el tema del Covid-19, he estado más que sumergida en noticias, incontables noticias. Y he visto cosas feas. Muertos en las calles en China, casos críticos, he escuchado testimonios de personas que no se despidieron de sus seres amados. Este virus, tan invisible como letal.
Este es un virus que no conocemos, que no tiene cura ni tratamiento. Que, al paso de los días desde Diciembre del 2019, cada vez se encontraban más formas en las que se contagiaba. De hecho, cuando comentaron sobre el caso «0» en Perú, yo no tenía ni la remota idea de que la forma de contagiarse podría ser tan sencilla. Son cosas de las que los medios mundiales no hablaban al inicio. En efecto, había demasiada información y pues bueno, a pocos días del caso «0», estamos ya en más de 400 casos y eso que son casos confirmados, seguramente hay al menos 300 casos adicionales que no han pasado por la prueba.
Cuadro interesantísimo sobre los países que no hicieron cuarentena inmediata – totalmente entendible- pues no se imaginaban el desenlace.
OK. Nos encontramos aquí. Se nos mandó a cuarentena. El domingo temprano, antes de que el presidente lo comunique, fui a hacer unas últimas compras para la casa que me habían encargado y fíjate. Fue una locura.
La gente comprando por doquier, yo asustadísima y preocupada controlando no pegarme a nadie, pero todo esto era como un sueño, el fin del mundo. El papel higiénico, el nuevo dólar. De hecho recuerdo a una señora frente a mi en la cola, no paraba de decir que estaba feliz de haber comprado tanto, que nos iban a encerrar. Suena normal pero si escucharan el tono de su voz y todas las veces que lo dijo jactándose de ser una super mamá, me entenderían.
Escuchaba otras señoras diciendo: ¡nos van a encerrar! ¡compra!¡compra! mientras metían 15 pechugas de pollo a sus carritos.
Yo decía: esto está mal, son demasiadas personas juntas. Prohiben reuniones de más de 300 personas pero esto parece un partido de fútbol!! Sólo veía el virus volando por todos lados.
Con mis pocas cosas, regresé a casa. Ya sin saludar a mi papá y a mi mamá. Me puse en modo «cuarentena voluntaria» encerrada en mi cuarto con mi hermana pues no tenía ni ánimos de ir a la esquina sabiendo cómo estaban las cosas en la calle.
Ese mismo domingo en la noche luego del mensaje, me vino un miedo con calma. El miedo era a corto plazo. El no saber de este virus, la calma venía a largo plazo pues entendía desde ya que era el momento que estaba buscando: Tiempo para mi. Para no tener que manejar, para no tener que ir a reuniones, para no tener que ir a comprar, para por fin dedicarle amor a mi contenido sin pensar en que ya me tengo que ir al gimnasio o que tengo que salir de la oficina una hora antes por el tráfico porque «si no, no llego».
Entonces diseñé mi plan:
Primero, el compromiso con mi país y mi comunidad. Por eso empecé a poner el mismo domingo, el mensaje de Vizcarra en resumen en mis historias de Instagram. Tratando de llevar calma.
En la mañana del primer lunes de cuarentena, estuve cancelando vuelos, hablando con mi equipo, dentro de todo, ordenando las siguientes dos semanas. Luego vino el plan con mis chicas o mis seguidores pues quería que esta cuarentena también las haga descubrir cosas por eso hice el ejercicio de escuchar una canción por día, el plan de escribir sobre uno mismo para conocerse y una serie de cosas que se venían.
La primera semana fue un poco para hacer ejercicio y planear mucho. Entré a la segunda semana ya con un plan cuajado con mi equipo dispuesta a ejecutarlo.
Y en estos días he estado un poco intensa con el tema del coronavirus, me han dicho alarmista, exagerada. Tuve que salir a dejar la basura en mi edificio y me puse todo un armamento el cual compartí por stories y me dijeron de todo pero muchas otras chicas saludaron esta iniciativa mía.
AL final de cuentas, no me importa si me pintan de exagerada, hoy más que nunca y luego de ver 10000 horas más de noticias y entrevistas a científicos, doctores, necesitaba llamar la atención con algo para compartir lo importante que es la cuarentena, el usar mascarilla, prendas de mangas largas, etc.
Encontré una oportunidad de seguir expandiendo mi mensaje. Justo las personas que me llamaron alarmista, eran mi via de explicarles mi punto de vista y pasarles diversos links. Así encontraba la forma de revertir ese pensamiento aunque sea en algo. O al menos, sembrar duda.
También en estos días muchos le hemos buscado cien cosas divertidas o qué hacer en nuestras casas. Muchas personas encontraron el balance en el deporte, en la cocina, en leer o trabajar remotamente.
Ahora vemos con otros ojos la calle. Yo no he salido de mi casa hace 9 días, solo bajé una vez a dejar la basura en los basureros del edificio pero no salí. A pesar de tener un perrito y repartir la responsabilidad con mi hermana, decidí no salir en 15 días pues estuve en ese supermercado (sin saber que el virus se quedaba en metal/plástico) y además, tengo asma desde chiquita. Estoy en el grupo de riesgo. Entonces mejor no. (Pero, que no panda el cúnico, no tengo ni dolores de nada, me siento muy bien. Pero en el caso de que tenga, estaría combatiendo el virus pues me siento bien en mi cuarentena. ;D )
Y ahora, ¿Cuál es mi plan con Tana?
1.- Estar sana.
Hacer ejercicios, alimentarme mejor que nunca, evitar el azúcar que es demasiado dañina además de que te pone intranquila. Hoy me despedí hasta nuevo aviso los churros, el chocolate caliente, los frapucchinos, etc. La verdad es que hace años no consumo tanta azúcar como antes, pero hoy, será lo menos pues necesito que mi cuerpo sienta armonía. El azúcar sólo genera angustia hasta depresión. Evito las harinas refinadas, las galletas.
Hoy mis mejores amigos son los vegetales, la manzanilla, los extractos. Hoy ES el momento para hacer un cambio significativo en la alimentación.
2.- Estar empapada de información.
Más que nunca. Y no información local, para mi es vital estar viendo qué pasa en el mundo. Desde Israel a Brasil (Donde Bolsonaro no sé qué está pensando).
Como les decía, saber de lo que pasa a nivel mundial con el Coronavirus no sólo nos va a salvar de cometer errores pues, «Las personas inteligentes, aprenden en cabeza ajena», si no que como empresaria, me sirve para medir la tendencia global. Para estar preparada pues esto es un borrón y cuenta nueva. HOY somos distintos gracias al Coronavirus, HOY es sinónimo de replantearse compras grandes, inversiones, planes creativos y desde luego contenido en redes sociales. Todo lo demás que no sea pensando en el contexto del Coronavirus queda insípido. Alejado de la realidad que es universal. Hoy tú, Beyonce hasta Melcochita, somos iguales frente a esta enfermedad, por tanto, se tiene que ajustar el contenido y hacerlo elegantemente.
(El chistoso de Trump dándose cuenta la magnitud del Covid-19)
3.- Hacerle frente a este virus.
Estando de lado del gobierno peruano y de la humanidad. Humanidad que deja qué desear, pues ya vengo diciéndoles lo cansada que he estado de andar y de andar sólo porque la competencia lo exige, sólo por ganar algo más de dinero. Les hablé en el post anterior sobre mi trabajo como influencer y mi conflicto con eso. Digamos que yo olía bien que las cosas no andaban bien, pues por años hemos visto en redes sociales más contenido altamente peligroso y que llama a la comparación como por ejemplo: cuerpos perfectos, el dinero en todas sus fases, el sueño de ser millonario, el mostrar todo lo material que tienes y dejar apagada el alma, el lado espiritual. De verdad hacen falta personas de carne y hueso y muchos profesionales ganando campo aquí. Bueno pues, yo, al igual que los consumidores de este contenido, estaba harta. Porque yo soy influencer pero también soy seguidora de miles de cuentas.
Y no juzgo. Solo evidencio que es difícil no actuar como robot una vez que ya estás en este mundo digital. Hay miles de fórmulas que te llevan a tener mucha interacción y bueno pues interacción igual dinero, auspicios o posibilidad de vender algo en tus plataformas. Creo que todos tienen una historia detrás pero si pues, no puede ser que el 70% de Instagram sea pre-fabricado. Y sí es. He leído tantos artículos sobre el tema y las estadísticas lo muestran.
Entonces, en Febrero recuerdo que les dejé una foto contándoles un poco de cómo me sentía y posteriormente, les dije en stories que iba a pararle a la chamba intensa, que quería enfocarme en mi, que tenía unos temas de salud y era mi momento de darles toda la prioridad. Sin salud no hay nada. Lo dije con miedo y seguridad. Miedo a que no me consideren las marcas o que mi público no lo entienda pero al final, mi mantra este año ha sido: sé (mucho) más fiel a ti misma y confía en tu intuición. Por ahí va mi seguridad. Si estoy bien conmigo, estoy bien en todo.
Entonces, como que me apagué un poco, salía poco en stories, desaparecí como 5 días, me enfoque en mi, en decorar mi templo y florecer. Igual sentía que luego del tiempo, iba a encontrarme de nuevo en la carrera de nuevo con las mismas ganas de parar. Pero nunca imaginé que iba a cambiar todo de manera tan radical y que se nos iba a dar una lección TAN GRANDE.
4.- Poder encontrar un propósito en este virus.
Hacerle frente para batallar junto con mi familia humana (tú que lees esto, eres mi familia!) y digo familia no porque sean seguidores o tengan afinidad con mi contenido, si no porque somos IGUALES y hoy es ese virus contra nosotros.
Entonces «hacerle frente» es pararme mirando al virus y decirle: ¿Qué quieres de mi? ¿En qué me vas a ayudar?
Y en ese enfoque, solo trato de florecer, de regar las plantas de mi espíritu, de surgir y con eso, de inspirar a más chicas y chicos que se unan.
Entonces a este virus le encuentro: un propósito, agradecimiento y formas de ayudar pues muchos nos necesitan hoy. Y en orden de seguir apoyando con mis redes, necesito que estén cargadas de contenido bonito, que ayude a alguien sumándole algo para seguir creciendo y tener un público más amplio o si no, mis mismos seguidores pero entretenidos.
5.- Tratar de llevar energía digital.
Por eso en estos días me junté con mi amiga Ale Chávez a quien admiro por su compromiso y dedicación con el deporte para hacerles ver a las chicas que si se pueden completar rutinas hechas por una capa como ella. Yo soy una chica muy débil, no tengo fuerza en los brazos, mis músculos se durmieron muchos años por «tener que trabajar». Pero desde Febrero hice la promesa de no dejar el deporte por nada y de nutrirme.
El ejercicio, la música y el baile DA energía!!!! Entonces en las mañanas les comparto un poco de mi a través de música a mis chicos y chicas preciosos y preciosas. Soy de las que trata de animar a quien tiene al lado cuando se siente mal. No sé ser de otra manera, hasta me considero medio payasa, no me importa, me auto-troleo pues me da risa también y me gusta compartirlo con quien sea que lo necesite.
6.- Mindfulness. Llenar mi cerebro de tips para elevar mis pensamientos.
Les recomiendo seguir a sheismagic en Instagram y a eriorcenter pues hablan mucho sobre lo poderosas que son las afirmaciones y si, lo son!!!
Además sigo a labusqueda.pe que es una cuenta de Instagram preciosa que tiene entrevistas con psicólogos, terapeutas y habla mucho de la mente y sus trucos. La mente tan poco explorada y explotada. Por favor, lean y escuchen sus entrevistas.
Por eso también estoy recomendando libros semanalmente para que las ayuden.
7.- Ayudar, pensar en los que hoy la están pasando realmente mal.
En estos días les compartí iniciativas para ayudar.
Ayudar me da paz, ayudar hace que esto tenga un sentido elevado. Por eso, hazlo cuando puedas,
Ayuda a Juguete Pendiente, fundación OLI o el banco de alimentos. Están llevando ayuda a las poblaciones vulnerables. Lo están haciendo muy bien, lo firmo. Anda a mi instagram, en mis stories destacados como «Covid-19» para ver los links.
8.- Pensando en cómo hacer para que mi planeta se siga sintiendo bien.
En estos días hemos visto aves por todos lados, en Venecia, delfines y cisnes, a las orillas del mar delfines bailando y yo, feliz de conectarme con la tierra y entenderla, en respetarla y darme cuenta que le hemos hecho demasiado daño. Que la quiero mucho, que espero que cuando esto acabe hayamos todos aprendido la lección.
¿Sabían que me iba a comprar un carro en Marzo? Menos mal no lo hice, ahora ni siquiera quiero mi pequeño carro. Quiero andar en bici, quiero caminar, pero así, con las calles limpias, sin colapso. Luego recuerdo que todo va a regresar y me da tanta, tantísima pena sentir que los animales estarán en modo defensa de nuevo al igual que los peatones, al igual que los que vivimos en la ciudad pues la vida misma nos lleva a necesitar más y más y no nos damos cuenta de todo lo que tenemos.
Por ahora, siento que el COVID19 vale todo la pena pues muchos están conociendo recién a sus familiares, muchos están descansando por fin o dándose cuenta de qué necesitan o qué no!! Por fin se acabaron los deliverys tan dependientes y que nos ponen en una situación pasiva sobre nuestra alimentación.
Gracias mundo, espero que estés respirando y que de esto, todos salgamos bien, que nazcan flores en el alma, que tu, querido mundo, sanes un poco y queda mi compromiso contigo más que nunca. Y creo que este jalón de orejas hará que mi familia, los humanos, aprendan a valorarte y entiendan que es mil veces mejor tirarse en el pasto a ver las nubes que estar viendo el celular en modo sedentario.
Muchas bendiciones, saldremos todos de esto. Jutémonos.
Besos.
Tana

Charo Grimaldo
marzo 25, 2020Muy lindo tana
Valentina Cortés
marzo 25, 2020Hola Tana, me encantó este post. La verdad me siento muy identificada en muchas cosas con lo que expresas.
Te confieso que ya habían pasado algunos años no habia tenido tiempo de leerte. Totalmente me encanta como escribes.
Gracias por todo tu contenido.
Juntos somos más fuertes.
Bendiciones para ti y tu familia.
Un abrazo desde Colombia
Tana Rendón
marzo 25, 2020Hola Valentina, muchísimas gracias!
Bendiciones para ti y tu familia también ;D
María Pineda
marzo 25, 2020Hermoso y acuérdate de Dios tana Dios te quiere que hagamos team
Lady Kassandra Arce
marzo 25, 2020Hola Tana, aplaudo con mucha alegría tu perspectiva acerca de este tema que aqueja al mundo entero, pues con unas palabras sencillas dejas muy en claro que debemos hacer estos días y como debemos comportarnos.
Realmente, me siento muy identificada con muchas cosas que mencionas en tu artículo. Espero que esta cuarentena genere mucha reflexión y ánimos de cuidar este planeta que es nuestra casa. Un abrazo enorme!